jueves, 17 de mayo de 2007

LOS INFELICES



El vagón está repleto de gente . Se abren las puertas y entran todavía más personas .Entre ellas una chica joven que busca un sitio visiblemente incÓmoda entre la multitud justo delante de otro chico. Están aplastados el uno contra el otro, tímidamente se miran, sus ropas se rozan, su respiración se acelera. Ella apoya la cabeza en el pecho de el. Sus manos se buscan ante la indiferencia de la masa, se agarran con fuerza, se estrujan . Él se muerde el labio inferior. Ella cierra los ojos . Los abre. La luz roja parpadea en la siguiente parada. Su cara expresa una profunda tristeza. Suavemente suelta la mano. El metro llega a la estación. Cuando las puertas se abren se escabulle entre la gente y se baja.Mira hacia atrás pero le metro ya se ha ido. Contínua con su vida de siempre, su vida de antes, su angustiosa,gris y agónica existencia. Dentro se queda él, aturdido entre un montón de interrontantes, con las manos en los bolsillos, frías de ausencia y algo parecido a la desilusión le humedece los labios. Lo jodido del amor es que al final no dejar de ser una cuestión de circunstancias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Q bien escribes!!!!!!